Article traduït al valencià per Gonzalo Pons Delgado en ESTE ENLLAÇ
Hablando con propiedad y ateniéndonos al criterio de antigüedad, “La otra” Casa Bardín, tendría que ser la que se construyó posteriormente y de la que hablé en
este artículo.
Recordemos que Teófilo Renato Bardin Delille, construyó esta pequeña mansión, para residencia familiar. Corría el año 1900 y el reciente derribo de las murallas, así como las planificación del ensanche de la ciudad a finales del siglo XIX, hizo que la burguesía local fuera tomando posiciones en la zona de la Explanada y Calle San Fernando, hasta llegar al Paseo de Gadea. Ese mismo año, en el mes de marzo, se solicitó licencia para una casa proyectada por el arquitecto Enrique Sánchez Sedeño, en la C/San Fernando, La Pelota (hoy Lanuza) y Valdés, cuyas obras se finalizaron en 1901.
La casa constaría de dos plantas, en la baja se dispondría de dos viviendas en “entresuelo” con ventanas balconeras y en la planta superior, estaría la vivienda del propietario. En la azotea, habría un pequeño castillete para estudio, al que se accedía por una escalera de caracol.
Propuesta y proyecto de la obra de Enrique Sánchez Sedeño.
.
A lo largo de los años, se han realizado varias modificaciones de la casa, algunas de ellas con carácter estructural. En 1925, se tiene constancia del arreglo de desperfectos en la fachada principal, momento que pudo ser aprovechado, para incorporar los dos miradores laterales, que no constaban en el proyecto anterior y que pudieran ser atribuibles a Juan Vidal Ramos, que en ese mismo año, estaba construyendo la casa contigua de pisos de alquiler, para el mismo propietario.
Dibujo de la fachada con los miradores de Juan Vidal Ramos.
.
Pero sin duda, la gran reforma que tuvo en el edificio, se planificó en el año 1944, cuando la propiedad había pasado a manos de Renato Bardin Mas, casado con Trinidad García de la Llave y cuyo proyecto llevó a cabo Miguel López. En esta reforma, se convirtieron las viviendas de planta baja, en locales comerciales, llevando a tal efecto el vaciado de tierra que convertía esas viviendas en entresuelos, obteniendo así una gran altura libre que posibilitó la construcción de nayas para dichos locales. También se amplió el castillete-estudio ensanchando y modificando tanto la fachada, que fue rematada con una nueva y contundente cornisa y la construcción de dos nuevos balcones; así como su ampliación hacia el fondo de la parcela. El acceso a esta planta fue modificado construyendo una escalera de madera y se habilitó un acceso de servicio por la C/Valdés que comunicaba con una escalera de bóveda tabicada, que recorría todas las plantas del edificio.
Fachada y planos de planta de la reforma de Miguel López.
.
Después del fallecimiento de R.Bardin Mas, la propiedad pasó a René-Albert y Dolores Bardin García, que la vendieron a la Diputación en 2001, que decidió destinarla a sede del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, propiciando para ello su más drástica reforma.
Estado del edificio y vaciado durante la obra.
.
Estado actual del palacete.
.
Debido al mal estado de los forjados y de la edificación en general (acentuado por la propia Diputación a donde tuve que llamar un par de veces para denunciar que había varios balcones abiertos y por ellos entraba el agua cuando llovía, deteriorando más si cabe el edificio), se conservaron únicamente las fachadas y las cajas de escalera principal, la de madera y la secundaria de servicio, poniendo en uso un magnífico edificio que seguramente de haberse vendido 20 años antes, hoy ocuparía un anodino bloque de viviendas.
Info: Revista EL SALT del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert