Una de las construcciones más completas, sin duda son las salas de espectáculos, seguramente porque son difíciles de proyectar, hay muchos, (demasiados quizás), parámetros a la hora de concebirlas. Las salas tienen que albergar un número importante de espectadores para que sean rentables, éstos tienen que estar cómodos, con perfectas visión y acústica de la pantalla o escenario, las vías de acceso y evacuación tienen que tener unas medidas y un número determinados. A su vez el recorrido desde el acceso a la sala debe ser lo menos largo posible, la fachada tiene que ser vistosa y con espacio para taquillas y para carteleras. Los conductos de ventilación, calefacción y demás servicios tienen que ir ocultos y todo ello adaptarse al lugar de que se disponga, que ya puede ser un solar completo o un espacio de dicho solar y por supuesto con diafanidad. Aquí traigo una serie de cines y teatros (muchos de ellos han tenido esa doble función) de Madrid. Varios de ellos forman parte de unos elaborados y completos edificios, donde además del cine, se proyectaron viviendas, oficinas, garajes, hoteles, salas de fiestas y hasta piscinas internas y externas.
La Gran Vía
Cine Avenida- Gran Via 37. 1926. J.Mª de la Cuadra Salcedo. En su sótano albergó la mítica sala de fiestas Pasapoga que se construyó en 1944. Actualmente es una tienda de moda H&M, conservando la fachada, el hall y las escaleras de acceso a platea.
Cine Callao de Luis Gutiérrez Soto, 1926. Con sala de fiestas en el sótano, cine de verano en la azotea y edificio de oficinas en la C/Jacometrezo.
Cine Capitol, en el Edificio Carrión, Gran Via y C/Jacometrezo. De Luis Martínez Feduchi y Vicente Eced, 1933. El edificio incorpora un hotel y locales comerciales.
Cine Coliseum, Gran Vía 70. Casto Fernández Shaw, 1933. Construido para el Maestro Guerrero con viviendas de alquiler. En una de ellas vivió Conchita Piquer hasta su muerte.
Teatro Gran Vía, Gran Vía 56 y Pza Mostenses. 1945. Germán Álvarez de Sotomayor. Muchas de las obras de teatro, tienen patrocinadores y la sala en sí, toma el nombre del mismo.
Lope de Vega. 1949. Gran Vía 55. Joaquín y Julián Otamendi Machimbarena. Edificio con dos hoteles, una galería comercial, varios sótanos comerciales y gran número de oficinas, viviendas, apartamentos y locales comerciales. Realización de la Compañía Metropolitana
Palacio de la Prensa, en una manzana pentagonal, Gran Vía 46, Plaza de Callao y C/Tudescos, de Pedro Muguruza, 1928. Complejo edificio de la Asociación de la Prensa con viviendas, oficinas, sala de fiestas y de exposiciones, biblioteca,etc...
Cine Pompeya, Gran Vía 70, 1945. Juan Pan da Torre. Actualmente forma parte del Hotel Senator Gran Vía.
Cine Rex, Gran Vía 43/C. Silva. Luis Gutiérrez Soto, 1947. Con un curioso hotel con acceso desde el sótano.
Teatro Rialto, Gran Vía 56 y C/Libreros. 1943. José Aragón.
C/Fuencarral.
En el nº 115. Conocido anteriormente como Cine Bilbao, hasta el año 1993 en que a causa de la colocación de un andamio sobre la deteriorada marquesina que cubría la entrada, para colocar un gigantesco cartel de la película Sister Act, aquélla se derrumbó sobre la gente que hacía cola para entrar a la sala. Murieron 6 personas y otras 11, quedaron gravemente heridas. Luego cambió de nombre. Actualmente es una sala de ensayo para el Teatro de la Zarzuela y un OpenCor de El Corte Inglés.
Cine Paz. En el nº 125, dividido en varias salas.
Cines Roxy, en el 123, salas de grandes dimensiones.
Cine Proyecciones, en el nº 136, racionalismo con añadido respetuoso.
Otras zonas
Teatro Lara, Corredera baja de San Pablo, 1870 de Carlos Velasco.
Cine Doré, C/Santa Isabel y Pasaje Doré. Críspulo Moro. 1923.
Teatro Pavón, C/Embajadores. Teodoro Anasagasti, 1923.
Cine Barceló - Discoteca Pachá. C/Barceló. Luis Gutiérrez Soto, 1930. Cine, teatro en el sótano y cine de verano en azotea. Actualmente funcionan como discotecas.
Casi todos ellos, están proyectados en la edad de oro del cinematógrafo, cuando esta actividad era un gran negocio y raro era el día de la semana en que no había largas colas de gente esperando para comprar la entrada y sumergirse en las lujosas salas para ver a sus actores favoritos. Las películas estaban meses y meses en cartel (recuerdo haber visto que Cabaret estuvo año y medio proyectándose) y siempre con llenos. Hasta se tuvo que inventar la sesión numerada, cosa desconocida en Alicante, precisamente hasta ahora, cuando han llegado las numerosas multisalas asociadas a los centros comerciales. Pero todo ha cambiado, el acceso doméstico a las películas a través de los diferentes métodos existentes, baratos y a nuestro alcance, ha hecho que el ir a una sala sea un acto voluntario, pero como siempre ameno y divertido.
Y ya que he nombrado a Cabaret (1972, Bob Fosse), pondremos como tema musical del artículo al
principal de su B.S.O. , cantado por la entonces joven de prodigiosa voz Liza Minnelli. Un éxito mundial de taquilla y de crítica (8 Oscar fueron su premio entre otros).