Yo creo que como no las tenemos a pie de calle, tangibles, que están allá arriba, lejos de nuestro alcance, muchos alicantinos no son plenamente conscientes de nuestras murallas, que no son muy grandes, pero ahí están. Cuando se decidió derribarlas, se salvaron justo los tramos que no estaban en la parte llana y habitable de la ciudad: los que subían por el Benacantil con una gran pendiente hasta el Castillo de Santa Bárbara. El tramo más largo es el de la parte Norte (el que va desde El Portón hasta el Castillo) que es transitable por su parte superior en la mayoría de su recorrido, pero el tramo Este que es el que sube desde el Raval Roig (justo donde ahora está el C.P,.San Roque) solo lo es en sus primeros metros, donde se integran unas empinadas escaleras hasta que la gran pendiente, las hace casi impracticables y por eso aunque la pared sigue su camino, se derivan en un sistema zigzagueante de rampas escalonadas o no, hasta alcanzar la cumbre pero sin acceso abierto a la fortaleza, porque aunque eso sería posible, una reja impide el paso. De hecho el propio recorrido que os vamos a mostrar, no es cómodamente accesible, porque no tiene las condiciones adecuadas, solo gente bien preparada y con cierta fortaleza puede acceder (y luego bajar, que esa es otra) hasta el final. Además de las dificultades del terreno, tenemos otra añadida: las gaviotas que son muy abundantes y se incomodan con la presencia humana. Así que gracias a Víctor Chazarra Seguí que se aventuró por esas escaleras de dios, tenemos estas bonitas fotos para que podamos ver cómodamente desde casa lo que se cuece allá arriba...
Tramo con escaleras integradas.
Plano del recinto fortificado en 1850, gentileza de la web Alicante 1850
Aquí empieza la muralla y las escaleras...llenas de escombros, en La Medina, junto al colegio.
Imágenes irrepetibles: se ha construido el C.P. San Roque y ya no es posible hacer estas fotos.
El comienzo de la muralla tal y como está ahora, ha permanecido oculto tras las edificaciones de la C/Antequera.
Abertura a través de la muralla.
Refuerzo y anclaje de las rocas para evitar desprendimientos.
Reflectores que iluminan la fortaleza con "recuerdo" de las gaviotas.
Preciosas vistas y por eso alguien se subió la silla para disfrutarlas cómodamente sentado, después de la extenuante subida.
La muralla asciende ya sin escaleras...
La garita con sus "bajos" al descubierto.
La fabulosa reja que impide la entrada al Castillo.
La pared acaba justo tras el edificio que alberga la maquinaria de los ascensores.
Nuestro Alicante.
Vista desde El Postiguet.
Las fotos hechas desde la propia muralla son gentileza de
Víctor Chazarra Seguí.
Y para amenizarnos la entrada, pues qué mejor que "La muralla" de Ana Belén y Víctor Manuel