Versió en valencià traduïda per Gonzalo Pons Delgado en ESTE ENLLAÇ
A los 53 años del derribo de los pabellones de baño de la playa del Postiguet (no confundir con los balnearios, éstos se adentraban en el mar y los pabellones eran municipales y estaban sobre la arena y lindantes con las vías férreas de la Estación de clasificación del paseo de Gómiz) y de los que hablo en este mismo articulo, por fin podemos ver los alicantinos algunos de los paneles pintados (dos desaparecieron) por Manuel Baeza en 1956 para decorar el restaurante, pero veamos como fue todo...
Estos son los pabellones de baño, en la foto aérea a la izquierda y en la segunda en primer término, se ubica el restaurante que además de la barra, sala y cocina, tenía también extensión sobre la arena y en la cubierta, a la que se accedía por las escaleras que se aprecian en la segunda imagen. Fotos de "El nostre Alacant d'antany" de Facebook.
Pues bien, ahora tenemos la oportunidad de ver los paneles (temporalmente, me temo) en una sala que se ha habilitado en el MACA (frente la Basílica de Santa María) donde se explica lo que pasó con las pinturas, su degradación, pérdida, hallazgo y posterior (y milagrosa, dado su estado) rehabilitación y cuyo proceso se inició hace 5 años y que podéis consultar de manera resumida en la imagen superior y mejor en el artículo que publiqué LAS PINTURAS DE MANUEL BAEZA EN EL RESTAURANTE EL POSTIGUET y en la propia exposición, en un vídeo que ha editado la Generalitat Valenciana y en el cual salen varias fotos de murales y obras de Manuel Baeza, propiedad del que escribe, tanto de este blog como de Alicante Vivo y que no nombran, en fin...
"Mujeres con cesta de pescado"· Mismas características y boceto adjunto.
"Mujer cosiendo redes" pintura y boceto correspondiente.
Y los dos bocetos que corresponden a los paneles perdidos.
En esta captura de pantalla del vídeo de la Generalitat, se aprecia el antes y el después de la minuciosa restauración. los paneles estaban muy deteriorados y llenos de grasa de frituras miles, polvo, humo de tabaco y otras suciedades del restaurante.
Y éste es el proyecto de los Pabellones de Miguel López González. Constaban de cinco módulos separados por pasos unidos con pérgolas y puentecitos que los unían y que hacían visitables las cubiertas; en la parte central de éstas, tenía una terraza del propio restaurante, en las otras también habían más terrazas con mesas pero de uso nocturno, adornadas con farolillos y decoración de mimbres, en ellas hubo un tiempo una sala de fiestas a la usanza y que se llamaba "Tronío" por lo que deduzco que también habría tablao flamenco. En tres de los edificios había cabinas para cambiarse y duchas, de señoras, caballeros y familiares, en el central el restaurante y en el otro un botiquín y un retén de la policía municipal a donde se llevaban los niños perdidos en el maremágnun playero y que se anunciaban por megafonía (se ha perdido un niño moreno, de unos 5 años, con bañador a rayas, etc...). Lo de las duchas tenía su utilidad entonces: los bañadores eran de punto o tela y tardaban una eternidad en secarse, tampoco había lavapiés, por lo que o te ibas a casa con un kg de agua salada y arena en todo el cuerpo y en la ropa o te gastabas el dinero y salías como nuevo.
Proyecto de Miguel López, con las escaleras de acceso a la terraza e interior del restaurante que también se llamaba "Postiguet". Estos tres planos están expuestos en una vitrina horizontal y demasiado corta, doblados y acortados para que cupieran dado su formato horizontal, es por eso que el poder mostrarlos aquí ha sido difícil, el cristal que los protege, refleja la iluminación y ha habido que hacer mucha tarea de post producción, por lo que puede ser que las escalas varíen algo.
Del restaurante y mi admiración por los vídeos musicales en color (la tele era en blanco y negro) ya hablé en EL ASOMBROSO "SCOPITONE" donde Sylvie Vartan cantaba lo que os pongo al final.
A modo de curiosidad anecdótica, os pongo el texto que ilustra una de las paredes de la exposición. Seguramente la segunda línea tendría que estar en valencià, pero...
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Y por supuesto la magnifica foto (autor desconocido para mí) donde dos señoras enlutadas (igual venían todos de tomar el aperitivo después de misa) miraban curiosamente a una "turista extranjera" en bañador. Al fondo el extremo más cercano a la Explanada de los pabellones, que tenían un kiosco.
Lo prometido es deuda: en el restaurante y su "scopitone" se reproducían previo pago, muchas canciones en francés, supongo que al estar en plena llegada de "pieds noirs" tendrían su público. Y Sylvie Vartan cantaba "Le Locomotion canción compuesta por carole King y Gerry Goffin.
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Espectacular, amigo EKK, pura historia. Intentaré que alguien me lleve
ResponderEliminarGracias y, ah, la música, como siempre, tengo que robártela.
Muchas gracias, eso intento que por lo menos se visualice como era nuestra playa más céntrica (iba a decir más querida, pero aunque lo es para mí, actualmente hay otras más populares).
EliminarQueridísimo Alacantí, como me gustaba el Postiguet de entonces. Quizás por ser un niño. En los vestuarios trabajaba la madre de un compañero de estudios y de la academia de doña Juana del Toro. El puesto de radio donde tambien se situaba un policía municipal, era muy curioso. Con su micrófono suspendido entre un aro metálico y sus correspondientes muelles. La red de altavoces que cubría toda la Playa y los reiterativos mensajes sobre niños perdidos, perros sueltos, avisos sobre el color de las banderas. Solo un apunte más. En tiempos de fumadores empedernidos era normal arrojar las colillas encendidas en la arena. En una ocasión, mi padre pisó una. Debió dolerle mucho. Se refrescó el pié y nis vestimos para volver a casa. Paramos ante el ventanal del hombre del microfono. Esperamos a que el guardia marchara a otra parte y cuando un niño se perdió, el espiquer lanzó su mensaje: Se ha perdido un niño que responde al nombre de Pepito. Lleva bañador azul y zapatillas blancas. Estén atentos al color de la bandera. Hay fuerte holeaje.
ResponderEliminarPara hablar era necesario apretar un botón al pié del microfono. Antes de que acabara el mensaje, mi padre se introdujo sobre el mostrador y apretando el boton, exclamó: Y qué le salgan faroles en los cuernos a los que tiran colillas encendidas en la arena!
El mensaje se escuchó en toda la playa. Mi padre y yo marchamos por el Arrabal Roig camino de casa. Fue muy divertido.
Un abrazo amic.
Eusebiet del Postiguet.
Sí, igual te digo: en la infancia todo se ve diferente, pero como le he dicho antes a Enrique, sigue siendo para mí la más querida, igual porque como desde hace un tiempo no conduzco, me es más cercana (y además suelo ir por la mañana que está muy tranquila y limpísima).. .Pues seguro que más de uno se descojonaría con la locución de tu padre, que por cierto fue muy prudente, porque una quemadura en el pie es atroz (yo también pisé una colilla). Otro abrazo para ti!!
Eliminarel lugar tenía mucho atractivo para el turismo. supongo que tras los años sigue teniéndolo aunque creo que ya es otro turismo y otro lugar. sobre las pinturas que son muy bonitas y merecen estar en un museo, según mi criterio. ahora bien, la arquitectura actual se llena de jardines en vertical y no sé si en el futuro alguien habrá previsto hacer de ello algo o quemarlo directamente en el vertedero.
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