En 1885, debido a su proximidad al núcleo urbano y a la fuerte epidemia de cólera que asolaba la ciudad, se procede a habilitar de manera provisional el recinto del actual Cementerio Municipal de Cantagallet o de Sant Antoni Abat.
Posteriormente, se decide adquirir una mayor parcela y elaborar un proyecto para establecer definitivamente el cementerio en este mismo lugar, resultando ganador el presentado por el ingeniero alcoyano Enrique Vilaplana Julià, con fecha de 29 de agosto de 1889.
El cementerio se convertirá en un auténtico espacio de representación social, fiel reflejo de la sociedad industrial alcoyana, que a su vez generará diferentes tipologías y recintos a lo largo del tiempo.
La zona de mayor riqueza y variedad artística del cementerio es la de los panteones exentos, auténticas microarquitecturas donde los diversos artistas tendrán una considerable libertad creativa, siendo evidente una evolución en los estilos artísticos desde el eclecticismo, que será el de mayor difusión, hasta llegar a los historicismos o revivals, al modernismo de corte nouveau y sezession y finalmente, a ejemplos de art déco y racionalismo.
Estos valores patrimoniales han permitido que, desde 2012, forme parte de la Ruta Europea de Cementerios, considerada Itinerario Cultural por el Consejo de Europa. (extraido del Fullet del cementeri de Alcoy turismo. ).
Y una vez dicho esto, no puedo resistirme a enseñaros algunos de esos panteones y espacios de este precioso cementerio que visité hace unos días. Hay gente que no le gustan estos sitios, pero no hay duda de que suelen ser una espectacular concentración de arte en muy pocos metros y como tal hay que disfrutarlos.
Es quizás el panteón más original y sorprendente de todo el cementerio y además está en un lugar prominente: junto a la entrada, es el primero que se ve. Se trata del Panteón familiar de Agustín Gisbert: obra de Vicente Pascual Pastor, José Cort Merita como ingeniero, Fernando Cabrera Cantó como pintor y Lorenzo Ridaura Gosálbez como escultor. (1903).
Panteones con autores sin identificar.
Dramático panteón de Salvador García Botí (Escaló): obra de Vicente Pascual Pastor y de Eugenio Carbonell como escultor. (1911).
Panteón neogótico de José Semper: obra de Jorge Vilaplana Carbonell. (1901).
Para la familia Vilaplana Gisbert 1910, diseñado por Timoteo Briet.
Sorprendente panteón abierto en sótano, de autor sin identificar.
Panteón Jaime Tort: Obra de Jorge Vilaplana Carbonell. Estilo ecléctico. (1895).
Panteón de la familía Pérez Lloret: obra de Jaime Pérez Lloret. (1910).
Panteón José Monllor: obra de Agustín Muñoz.,(1896). Reconozco que el estilo neoegiopcio es mi preferido.
Panteón Enrique Hernández: obra y escultura de Lorenzo Ridaura Gosálbez. (1931).
Sepultura y panteón con autores sin identificar.
No dejamos de sorprendernos: aquí vemos dos obras totalmente dispares: el panteón Erum-Pascual: obra de Cheluca Sala y Mauro Matarredona. Realizado con acero Corten. (2009). A la izquierda el de la Viuda de Brutinel, obra de Vicente Pascual Pastor. Estilo ecléctico. (1894).
Y seguimos admirando el cementerio, en esta ocasión vemos parte de una hilera de panteones "empotrados" en el muro de contención entre los diferentes niveles del camposanto.
Y las famosísimas galerías subterráneas únicas en nuestro país, con ventilación y luz natural tamizada. Entre arco y arco, hay una fila de 5 alturas de nichos a cada lado. Tiene en total 3 accesos como los que se ven en las dos imágenes anteriores.
Y naturalmente dos zonas de entierro para religiosos: hombres y mujeres separados, claro.
El cenotafio: Diseñado en 1990 por José Briet y V. Manuel Vidal, se ubica sobre el osario del Cementerio y también se utiliza como memorial.
Nos vamos y los dejamos descansando en paz, no sin antes ambientar con música el artículo. En esta ocasión me decanto como siempre por Bonet de San Pedro y su "Rasca-yú" compuesta por él mismo (Pedro Bonet Mir) y por Bartolomé de Lete.