Ya estamos bien entrados en los años 60 y vamos llegando poco a poco a los 80. El pais en general y Alicante en particular, empieza a despuntar económicamente y ahí está como siempre el Mercado como centro de compras de toda la ciudad. En esos años ya existían otros mercados municipales (concretamente el de Carolinas y el de Benalúa) y la iniciativa privada había abierto algún otro como el de la Virgen del Remedio. En la década de los 70, proliferarían las Galerías de Alimentación privadas, muchas de ellas muy próximas unas a otras, lo que hizo que algunas terminaran cerrando, como es el caso concreto de las galerías Los Ángeles y el Mercado Venezuela en la Avda de Novelda o las Galerías del Pla y las Inmaculada del Pla, ambas en Padre Esplá, Los Ángeles e Inmaculada, aún siguen, las otras no. Otros establecimientos de este tipo son las de La Florida en la Avda de Orihuela, Canalejas en Arzobispo Loaces, Plaza de Argel en Virgen del Remedio, Vistamar en la Albufereta y más recientemente el Mercado Fontana en la Playa de San Juan. No obstante, en esa época el Mercado Central aún era el rey y el epicentro de las compras; aquí hay algunas fotos de esa época:
Carnicería: como siempre las vendedoras tenían los delantales más blancos e impolutos.
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Las clientas observan el género...
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Es Navidad.
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Conservas y salazones.
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Limón natural
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Lebrillos hasta los topes de variantes y olivas.
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Todo para la casa: desde paños de cocina hasta capazos, pasando por paellas.
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Y para los desconfiados: el Repeso, servicio municipal donde si tenías sospecha de que el peso del vendedor estaba trucado (o simplemente no bien calibrado), se iba allí y comprobabas si era correcto o no el peso de tu compra.
En definitiva: el mercado era un gran centro comercial parecido a los de ahora, pero de otros tiempos. Todo con sus ventajas e inconvenientes, claro. De momento como ventaja teníamos que al ser numerosos propietarios (y también que los precios estaban controlados por las leyes y la Comisaría de Abastecimientos y Transportes), la competencia era mayor y eso redundaba en beneficio de los compradores, no como ahora donde todo está en manos de una sola empresa y hablando ya en términos generales en manos de unas pocas que son las que realmente dominan en los diversos terrenos, desde la agricultura hasta la distribución de los productos.
Artículo anterior: El Mercado Central y sus puestos...
Fotos del libro editado por la Foguera del Mercado Central
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ResponderEliminarMe gutan mucho las fotos antiguas del Mercado. Esta es de mi hermano, tomada el 20-03-1953.
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ResponderEliminarBorrados están. Josecrem, te agradezco el comentario y si es posible, me gustaría incluir la foto de tu hermano en el artículo. Por cierto: ¿cómo se llama?. Gracias y un saludo.
ResponderEliminarJo, ¡cómo se disfrutan estos artículos!. Por cierto, junto a El Corte Inglés hay otras galerías comerciales, ¿no?. Me refiero a las de la calle Churruca...
ResponderEliminarSi que es verdad jaconca: las galerías Churruca, entre esa calle y Arquitecto Morell. En general casi todas estas cosas no han tenido buena fortuna. Las Venezuela las convirtieron en aparcamientos, las del Pla estuvieron muchísimos años con una panadería en la puerta y ahora están cerradas desde hace 2 o 3. No entiendo como no se le da un uso.
ResponderEliminarEstupendo articulo kiko. El repeso existe ahora tambien?.
ResponderEliminarIvan
Un article suculent. Per als qui com jo venim de família castellana, recorde que al principi d´estar ací em xocaven sobretot les parades de salaures i aiguasal (no sé si perquè eren menys habituals per aquelles terres o perquè, simplement, ma mare no tenia costum). Després ja vaig anar gaudint i descobrint poc a poc la moixama, maruca, hueva de tonyina, polpet sec, olives cornicabres, cebetes...
ResponderEliminari després... l´arròs al forn, les bajoques farcides, olleta de músic, fassedures de dacsa, blat picat, mentirons, paelleta de faves i carxofes, renyons de masero, aspencat, pericana, codonyat, dolç de tomaca, coca de canonge, carabassa i moniato al forn...
Per cert -i a propòsit que ahir va faltar J. L. López Vàzquez- el de l´antepenúltima foto sembla de la pel.li "El cochecito".
ResponderEliminarEl ultimo grito en la evolucion de los mercados es el Mercado de San Miguel en Madrid. La verdad es que la idea es buena. Han abierto "paraetas" gourmet especializadas donde uno vende ostras, otros quesos, otros encurtidos, otro vende vinos, otro pescado,otro pan, etc...
ResponderEliminarLa gracia está, en que la gente aunque puede comprar para casa, en habilitar en la zona central unas mesas para estar de pie donde la gente se queda a consumir lo que ha comprado ya que en algunos puestos como el de pescado te hacen la plancha in situ lo que quieras... Vamos que uno llega alli, se coge unos albariños y unas otras en un sitio, un plato de jamon en otro, unas tostas de morcilla en otro y una tabla de quesos y van todos apañados.
El exito esta siendo acojonante y yo creo que va a ser un modelo que se va a extender. Aparte de comida tambien hay paraeta de utensilios de cocina eso si de nivel o libros de gastronomia. Otra cosa es el horario que es amplio y pensando mas para el ocio que el aprovisionamiento que repito, tambien...
Y bueno no hay que olvidar que el mercado en sí es bonito y está muy bien restaurado. Echad un vistazo:
http://www.mercadodesanmiguel.es/
Mare de Déu Carles! quina fam m'ha entrat al vore la llista de coses!!!! (normalment la gent no té ganes de menjar a estes hores del matí, però jo al contrari). Lo curiós del cas és que la meua meua familia de Bcn, cada volta que venia a Alacant sempre deia lo mateix: que allà tampoc és trobaba la moixama i tot aixó.
ResponderEliminarBueno, Paolo, el Mercado de San Miguel es precioso, yo lo conocí cuando era un simple mercado de barrio, no estaba acristalado y vendían lechugas y cosas más "normales" y desde luego a precios más asequibles. Supongo que no debe ser muy fácil combinar el uso de un mercado normal con el de consumir productos allí mismo...
ResponderEliminarHe visto varias caras conocidas de vendedores de toda la vida. Mi padre estaría encantado con el artículo, que pena que ya no pueda leerlo. Cada artículo, reseña o fotografía del mercado central es para mí como un pequeño homenaje a mi padre, que se me fue el mes pasado a vender melocotones a los ángeles.
ResponderEliminarGracias.
Begoña: pues sirva entonces como homenaje especial para él (y mañana o pasado va otro parecido, con más caras que seguro que son conocidas para ti). Te entiendo perfectamente, me pasa lo mismo con mi padre (con otras cosas) a veces me gustaría que pudiera ver ésto o aquello. Pero bueno, nos queda su recuerdo.
ResponderEliminarRecuerdos de un pasado. Gratos recuerdos.
ResponderEliminarEs un grato recuerdo e inolvidable vivencia para todos los que se alguna manera hemos dependido del Mercado Central yo sigo comprando el el pues la garantía es única y los vendedores inigualables
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