Versió en valencià traduïda per Gonzalo Pons Degado en ESTE ENLLAÇ
Retomo el espíritu de la invisibilidad de un edificio con el que comencé esta serie de entradas, es decir: aquellos que tienen un grado de deterioro determinado, que la mayoría de personas que los ven, no pueden dejar de pensar que lo mejor sería sustituirlos por uno nuevo, sin pararse a pensar que una conveniente rehabilitación, retornaría el esplendor que un día tuvieron, sin necesidad de derribar nada y conservando edificaciones con cierta antigüedad y carácter que no estamos en disposición de despreciar en esta ciudad. Y lo voy a comparar con otro similar al que sí han renovado su fachada.
El invisible en este caso es el situado en una parcela con mucha fachada, en la C/Teniente Durán 18 esquina a Pintor Murillo 53, proyectado en 1946 por Juan Vidal Ramos y Julio Ruíz Olmos para D. Julio Aracil Climent. Un edificio ciertamente curioso porque lo que habitualmente se deteriora primero, está en buen estado, es decir: las molduras, cornisas, alfeízares, impostas que es lo que habitualmente padece el paso del tiempo, están perfectas. Y sin embargo hay tramos de la fachada donde se aprecia la piedra del muro de carga. Podríamos suponer que se trata de antiguas fugas de agua de supuestos cuartos de baño o cocina que por las ventanas redondas existirán en esa zona. El que esté toda la fachada de color cemento implica o que jamás se llegó a pintar, o que hubo alguna reparación posterior asu construcción. El (supuesto) hecho de que se trate de viviendas de alquiler de renta antigua, hace todo más difícil.
Teniente Durán 18 y Pintor Murillo 53. 1946.
Y a menos de 150 m, nos encontramos con otro edificio bastante silimar en cuanto a fachada, el situado en la avda Carmelo Calvo 18, que tiene solo 3 años menos que el anterior, pues fue proyectado por José Ivañez Baldó para José Orts Pastor en 1949. Composición muy similar de fachadas, con molduras y miradores prácticamente iguales, si bien tiene una altura más y el añadido posterior de un curioso ático con rosetones y cuya fachada ha sido reformada este pasado verano y además como debe de hacerse: con cambio incluído de la totalidad de las persianas.
Carmelo Calvo 18. 1949.
Pues nada, imaginen ustedes al primer edificio pintado y cuidado como el segundo: una venerable joya de la arquitectura con más de 60 años de antigüedad.
Y puesto que está en la calle Teniente Durán, pues la música la pone Duran Duran y su famoso "Girls on film" . Ya sabéis: si la queréis oir, pinchad en el título.
Desde luego habría que rehabilitar. Pero el primer edificio tiene... no sé... una decadencia bella, como ciertas partes de París en la película VIDOQ.
ResponderEliminarMe parece asombrosa la capacidad fotografica de reconocer y acordarte de edificios que se parezcan.
ResponderEliminarPues sí, si que hay que rehabilitar, porque esos desperfectos que tienen las paredes se pueden hacer cada vez mayores y por ahí empieza la ruina. Y pintar también es necesario, no solo por belleza, sino porque la capa de pintura es como la epidermis que protege al resto.
ResponderEliminarSegundo anónimo: es lo que tiene que te gusten estos temas: que te acuerdas de cosas que sino, no serías capaz.
Gracias, EKK, buen artículo. Conservar es tan bueno como económicamente rentable, en la mayoría de los casos. El edificio de Carmelo Calvo lo he tenido en mi ruta de la curiosidad. Magnífico trabajo.
ResponderEliminarY, ah, Duran Duran = +++++++++++
Enrique: tan acertado como siempre, desde luego en lo de la conservación, pero es que lo de la ruta de la curiosidad ha sido muy certero, esos rosetones del ático siempre me han llamado la atención.
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