martes, 20 de noviembre de 2018

EL ASUNTO DE CONSTRUCCIONES NUEVA ESPERANZA, S.L.

A más de una persona aún le entrará mala leche cuando se hable de este asunto, la primera estafa inmobiliaria a gran escala en nuestro país, porque entregar los ahorros de toda tu vida (como mínimo 50.000 pts de los primeros años 60) y luego ver que los  habías perdido es para desesperarse. Y eso es lo que pasó con la empresa Construcciones Nueva Esperanza que crearon Joaquín Beltran y Heliodoro Herrero con un capital de 200.000 pts, luego ampliado ficticiamente y dedicada a promover cooperativas de viviendas. Resumiendo mucho el caso, diremos que con una gran campaña de publicidad, se captaron socios que imponían cantidades de dinero para tener una vivienda digna, gente humilde, parejas pensando en casarse y que al final vieron como sus ahorros se volatilizaban al ver como no les entregaban las viviendas o se paraban las obras a medio hacer. En 1967 se produjeron las primeras denuncias en Madrid, llegando el número de afectados a 10.615 en toda España y en Alicante concretamente 1.203, pero no fue hasta 1976 cuando se inició el juicio. Los promotores, según el fiscal, consiguieron de manera irregular 705.866.979,64 pesetas, en tanto que los pagos realizados fueron de 599.970.054,42 pesetas, siendo la diferencia no justificada de 105.896.925,04 pesetas. 
De los 27 procesados solo se sentaron en el banquillo 21 y únicamente cuatro fueron condenados a entre 7 y 11 años de cárcel: Joaquín Beltrán, Manuel Dus, Eugenio Navarro y Francisco Beltrán. El Tribunal Supremo, ratificó posteriormente las sentencias. Lo paradójico del caso, es que se dijo que con el coste de la publicidad, se podrían haber contruído 5.000 viviendas.
A causa de este y otros sucesos, luego se impuso por el gobierno, la obligatoriedad de garantizar las cantidades dadas a cuenta por medio de aval bancario o póliza de seguros.
 En nuestra ciudad las viviendas ofertadas, se ubicaron en torno a la Avda Maestro Alonso y la  C/Sidi Ifni con proyecto del arquitecto Antonio Tatay Peris y se llegaron a levantar en total unas 360 viviendas, que según el caso, fueron gestionadas por la "Cooperativa Nuevo Alacant" y no fue hasta entrados los años 70 cuando se acabaron el total de los edificios tal y como los conocemos hoy.


Las viviendas se distribuyen en dos partes: estas son las recayentes a Maestro Alonso, Pasaje Nou Alacant, General Espartero, Periodista Rodolfo Salazar y Sidi Ifni con 258 viviendas y locales comerciales.

Venta de los anteriores propietarios del suelo, una finca familiar de unos 10.000 m2 que luego se repartió en varias parcelas edificables y otras sobrantes de vía pública. A.M.A.

Petición de licencia municipal de edificación de uno de los bloques de Periodista Rodolfo Salazar. A.M.A.


Fachadas y una planta tipo de viviendas. A.M.A.
Plano de la manzana completa con los bloques previstos. A.M.A.


El otro núcleo de viviendas está formado por 3 bloques de planta baja y 4 pisos entre las calles Sidi Ifni, Antonio Noguera, Benefactora Remedios Uriarte y los pasajes Tamarindo y Jacaranda. Estos bloques tuvieron problemas municipales porque empezaron a levantarse sin licencia, pero desde luego están mucho más soleados que los otros.

Fachada posterior de uno de los edificios. Pisos sin patios, exteriores y con una cualidad que luego ha resultado ser muy beneficiosa: todos tenían un hueco de escalera generoso, lo que permitió instalar ascensor en muchos de ellos por los propios vecinos. A.M.A.

Instancia presentada por el gestor de la nueva cooperativa "Nuevo Alicante" (tal cual aparece en el escrito) para resolver problemas. A.M.A.

Vista del conjunto desde la C/Sidi Ifni.
A veces la reproducción de los planos y escritos no es la que yo desearía, pero la antigüedad de los mismos y su encuadernación, impide otra cosa para no dañar los históricos documentos.
Mis agradecimientos al Archivo Municipal de Alicante.
Los datos sobre las circunstancias del caso, han sido extraídos de los diarios El País y ABC.
Y claro ¿qué canción pongo? pues Esperanza, un cha-cha-chá cantado por Antonio machín (entre otros) y compuesto por Ramón Manuel Pavón Argote.







3 comentarios:

  1. Amic Alacanti, el Mundo es un pañuelo. Yo vivía en la calle Juan de Herrera. En el número anterior había un piso, pequeño, que se alquilaba. Durante varios años vivió una familia de padre, madre y dos hijos. Un día desaparecieron. Hasta ese momento era curioso ver como el padre organizaba capeas en la plaza de toros de Alicante para los socios de la "Nueva Esperanza". Excursiones, viajes para los compradores, prensa, radio, etc. El gasto en publicidad era enorme. O eso nos parecía a los vecinos ante los que alardeaban los miembros de esta familia. Años después se supo de que el padre estaba en la cárcel. Fue un drama para mucha gente que tardó, el más afortunado, en recuperar su piso con previo sobrecoste. Terrible historia de "empresarios ejemplares" ante los que no puede competir el empresario honrado. Un abrazo

    Eusebiet d´Alacant

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    1. Tu última frase refleja fielmente el quid de la cuestión: quien más promete, aunque sean promesas falsas, es el que gana, no el que cumple. Un abrazo.

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  2. Mis padres compraron uno de esos pisos ( los estafaron) pero allá por el año 88,mi madre recupero el dinero, la pena es que mi padre falleció unos meses antes.

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