Al principio estaba allí, casi solitaria, falsamente solitaria en Conde Lumiares, pero lo parecía porque ocupaba los bajos de una de las pocas casas de pisos que destacaban entre varias casitas de planta baja con antejardín y huertecito, pero la zona fue cambiando, los edificios creciendo y cruzaron la calle instalándose donde está ahora y he aquí que hace casi 6 años decidieron reformar el local y ¡vaya si lo hicieron! una decoración única, que se sale de lo habitual y que según cuentan en la página del estudio de arquitectura: "Los 256 tubos que penden de las aberturas del techo son, sin duda, el rasgo más excepcional del proyecto de interiorismo. Los clientes apenas pueden disimular su asombro. De hecho, el impacto comienza en la calle: el escaparate está formado por una sola pieza de vidrio, de la altura máxima del local" y es verdad.
Seguro que además de los vecinos, hay mucha gente que la conoce, está en una calle de mucho paso y para algo están los días de guardia: para que vecinos distantes vayan a mitigar su falta de medicinas a sitios poco habituales en su vida diaria, pero por si hay alguien que aún no conoce esta singular botica, única en Alicante, aquí os dejo unas imágenes...
Y claro, las farmacias tienen todo lo necesario para las heridas: las físicas y las del ánimo. Y de éstas últimas nos habla este temazo que nos cantó con su potente voz Pedro Ruy-Blas "A los que hirió el amor" con letra española de Augusto Algueró pero que es versión de otra francesa llamada "Ceux que l'amour a blessé" éxito del francés Johnny Hallyday (a mí me gusta más la versión española).
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