Decora el paño lateral izquierdo de la escalera de acceso a la primera planta de un edificio de la C/Pintor Aparicio dedicada a oficinas y por donde han pasado diversos departamentos oficiales tales como la Agencia Tributaria y la tramitación del D.N.I. entre otros y claro, al ser dependencias de ese tipo siempre ha habido personal de seguridad en la puerta, normalmente policías e incluso en alguna ocasión seguridad privada y ¿porqué digo ésto? pues porque era un gran impedimento para hacerle una foto al mural en cuestión, siempre había pegas: haga ud un escrito, se lo preguntaré a mi capitán, a mi jefe o NO directamente. Y no lo critico, son personas que deben de consultarlo todo so pena de llevarse una bronca o directamente que los despidan. Ya sé que en el mural no había nada que comprometiese la seguridad de las instalaciones. Pero mira: casi mejor, porque lo que si había eran numerosos avisos de una clase u otra: horarios, condiciones de entrada y cualquier otra notificación que hiciera falta (de hecho si os fijáis hay muchos restos de papel con celo en varias losetas).
Pero bueno, aquí está el mural de unos 6 metros de longitud y altura variable entre 2,80 y 2 m. y que lleva la firma del maestro Eduardo Lastres.
Y a la hora de poner música, me decanto por la magnífica orquesta de Edmundo Ros, genial músico de fama mundial en los años 50-70 y que vivió sus últimos años entre nosotros, en Xàbia, donde falleció en 2011. Y he elegido una versión que a mi me parece estupenda, aunque a algunos les pueda parecer una especie de sacrilegio, de Light my fire, la legendaria canción de The Doors, pero bajo el punto de vista latino, de D. Edmundo. Si os apetece oirla, os recomiendo el uso de auriculares, los efectos orquestales son magníficos.
Uno más, aunque esta vez no hay que buscarlo (en mi opinión le quita emoción) y muy bien apuntado lo de pegar papeles ahí, con un panel de avisos era suficiente, detalles , en esta ocasión desfavorables. Un saludo.
ResponderEliminarvaya, pues a la próxima pongo más pegas jajaja. Bueno, creo que con ir y verlo ya es bastante. Saludos y gracias.
EliminarAy, EKK, dicen que no está hecha la miel para la boca de ... "Bé, vostè ja m'entén". Hice varios edificios con murales en Canarias y allí fue otra cosa ... sabían lo que les estábamos entregando. Hicimos una campaña de información hacia todos los propietarios y empleados de modo que se sinitieran propietarios de una obra de arte que debian cuidar tanto como su propio edificio. Una pena la falta de formación y la falta de cuidar de lo nuestro que nos invade en ciertos entornos y no hablo tan solo de los propietarios.
ResponderEliminarAh, la música, hoy, de dos dieces. Me encanta ... te la tengo que robar.
No sé si recuerdas el caso de la Pza Calvo Sotelo que destruyeron 2 de grandes dimensiones a causa de las obras de accesibilidad. Creo que se les llegó a ofrecer por parte del escultor el rehacerlos en la pared perpendicular por algo así como 3.000 euors y dijeron que no (y son unos 40 vecinos). En fin.
EliminarEn fin, EKK ... ese ejemplo que pones dice casi todo.
EliminarLo primero es felicitar por esta serie de reportajes sobre murales, en segundo lugar decir, más bien repetir lo mismo, no cuidamos ni sabemos cuidar, es así, como dice Enrique los propietarios deben cuidar que para eso es suyo, y como dice Fran un panel de esos de corcho evitaría el pegote de celo, ¿te imaginas en el Museo de Prado un papelito de aviso en una esquina de un Velázquez?. Pero si se barrena cada año la fuente de Luceros y el público aplaude mientras, más grave aún, se destrozan los tímpanos... pues ya me contarás. Un saludo y enhorabuena por el blog.
ResponderEliminarMuchas gracias. Pues sí: no existe ni la más mínima sensibilidad ni por este asunto ni por otros. Muchas gracias a ti por tu visita y tu comentario.
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