Más conocido por Edificio Monte y Mar y muy poca gente sabe que es el bloque 11 de la Finca A.D.O.C. incluso sus propios habitantes lo suelen desconocer, pero en el gráfico publicitario que veréis después, así consta. Promovido por la sociedad Vistamar, S.A. fue el penúltimo edificio de este complejo ideado y levantado en casi su totalidad por Carlos Pradel y sus sociedades inmobiliarias y bajo proyecto de Juan Guardiola Gaya. Los 12 años pasados desde que se promovió el primero de ellos, hicieron que éste se construyera con mucha más calidad que los anteriores y de hecho es el único que tiene la parcela vallada en su totalidad. La gran diferencia de cota entre la base de la construcción y la avda de Villajoyosa supone un apasionante juego de desniveles y conexiones entre ellos y con el edificio de aparcamientos situado justo delante; puentes, ascensor y túnel unen la urbanización con los aparcamientos, con la avda de Villajoyosa y con la calle Sol Naciente. Complicada y debatida estructura de servidumbres y pasos.
Pues también ha sido renovada su fachada. Bueno, casi toda, porque de los 6 núcleos, falta por rehabilitar el del extremo sur, aunque me han contado que están en ello.
Estado final del edificio, donde se puede ver el último núcleo sin rehabilitar.
Algunos elementos de piedra artificial se desprendían.
Fachada a la Serra Grossa.
Folleto de promoción de la Finca ADOC en general. Monte y Mar es el numerado con el 11.
Publicidad de ventas del edificio. Editada en 1972.
Panorámica con ocasión de la apertura del Club Bahía, una piscina cubierta situada delante de los aparcamientos de los edificios Rocafel 17-18 y 19. En esa foto se aprecia que solo está construída la primera fase de Monte y Mar y en obras la segunda. En total fueron 6.
Como nuevo.
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En este caso en vez del mar, para la música, nos decantaremos por la montaña. Y así nos lo cuenta la chilena de voz melosa Monna Bell, famosa en los años 60 y que nos interpreta esta canción romántica de Augusto Algueró y Santiago Guardia donde compara su dificultoso amor con una montaña de "rocas extrañas"...
Muy curioso: utilizar el "piso para su coche" como reclamo, en esos años tener una plaza de garaje debía de ser casi un lujo. Interesante el artículo y por supuesto las fotos antiguas. Un saludo.
ResponderEliminarClaro que era un lujo porque además estaban a punto de desdoblar la carretera y por lo tanto desapareció la posibilidad de aparcar en ella, así que las plazas de aparcamiento valían un potosí. Saludos!!
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