Article traduït al valencià per Gonzalo Pons Delgado en ESTE ENLLAÇ
Las chimeneas fueron protagonistas de los paisajes urbanos
durante siglos. Sus siluetas eran los hitos que se recortaban en el cielo, y
casi todas ellas se veían desde la calle (pues los edificios no eran tan altos
como ahora).A veces las asociamos a localidades de interior o más al norte,
pero no son exclusivas de éstas. También en Alicante se necesitaba de su
servicio. Eran todo un símbolo de supervivencia, de vida urbana y de actividad.
Su presencia delataba la necesidad de calentarse ante los difíciles inviernos,
y de preparar pucheros y guisos en esas antiguas cocinas de carbón o en los
hogares de leña. La energía que necesitaba la ciudad para vivir se hacía
visible en estas construcciones que expulsaban columnas de humo y
caracterizaban el cielo de las estampas urbanas.Con el paso del tiempo,
nuestras construcciones se hicieron más y más altas, nuestras casas se aislaron
mejor, y las cocinas empezaron a funcionar con gas o electricidad.
Así, poco a
poco, la chimenea quedó relegada a un segundo plano. Muchas de ellas
construidas en ladrillo, cerámica o con tubos metálicos, eran realmente
esbeltas y altas para alejar los humos de la calle y las viviendas colindantes.
Otras eran más chatas y de mínima altura, la suficiente como para que el humo
escapara. Casi todas fueron desapareciendo...Las que quedan, hablan de ese
pasado difícil, de esas condiciones de vida tan distintas a las actuales, y su
forma, construcción y estado (normalmente ennegrecido u oxidado) suele contar a
qué tipo de construcciones (humildes, señoriales...) servían.Son un
pequeño exponente exterior que a veces se olvida en tejados y azoteas, incluso
cuando las reformas interiores de las viviendas eliminan las cocinas de carbón
y los hogares para calefactar (o los dejan inutilizados con fines puramente
estéticos).
Ahora en las cubiertas de los edificios brotan
pequeñas chimeneas de ventilación de baños, salidas de humos (y olores) de
cocinas, o respiraderos para renovar el aire de garajes subterráneos. Conviven
con aparatos de aire acondicionado y antenas de televisión, y suelen tener un
aspecto genérico al ser instalaciones prefabricadas y de nulo interés estético. Sin embargo, seguro que dentro de cien años, alguien considera que pueden
contar mucho acerca de cómo vivíamos en los tiempos actuales.
C/Espoz y Mina 2.
Selección del Raval Roig
C/Díaz Moreu s/n
Avda de Loring s/n
Avda Maisonnave 46
Les Palmeretes
Barrio Heliodoro Madrona
Doctor Sapena 22
C/Segura 17
Evidentemente, estamos hablando de chimeneas no industriales. Y para amenizar musicalmente, aquí tenemos a Dick Van Dyke y a Julie Andrews cantándonos esta famosa canción de Mary Poppins: Chim chim chery. Bueno, es una versión doblada y quien dobla al sr Van Dyke no lo sé, pero de la dobladora de Julie Andrews si que hablé en este blog y es Teresa María de la que podéis leer más en dicho artículo.
Texto y selección musical: RUBÉN BODEWIG
Fotos y comentarios a la música: PACO.
Buenas, hubiese estado bien la música de El padrino II , en la escena en la que Robert de Niro tira los trozos de la pistola con la que se carga al mafioso por las chimeneas de las casas de NY.
ResponderEliminarBuena idea! una lástima no haber caído en ello. Graacias.
EliminarYo me crié entre chimeneas durante mi infancia, cuatro meses al año hasta que el asma desapareció. El mundo rural tiene eso. Las chimeneas se han ido adaptando al uso de la vida moderna, pero aquellas que tu evocas, no sé si volverán. Ay, EKK, como cambia todo.
ResponderEliminarLa Mary P ..... genial.
Feliz día.
Como siempre evocamos tiempos anteriroes como si fueran los mejores, pero yo siempre digo que los que estábamos mejor éramos nosotros jejej. Feliz día!!
EliminarLeer esto me ha hecho desear que haga frío, para a su vez poder desear tener la chimenea que nunca tuve y que sólo cuando he estado en algún pueblo he podido disfrutar.
ResponderEliminarUn arquitecto cuya obra admiro muchísimo, Frank Lloyd Wright, mantenía que el centro de cualquier vivienda era la chimenea. Se tenía que comenzar a proyectar por ahí, por el núcleo del hogar, en torno al cual surgía y se organizaba la vida.
Lamentablemente, el hueco de la chimenea en los hogares lo acabó ocupando la televisión, y en la inmensa mayoría de las casas que veo y visito, especialmente aquellas que han organizado sus propios usuarios, el espacio principal de convivencia se organiza orbitando alrededor de una pantalla de 40 pulgadas. Los sofás, los muebles... parecen dispuestos como si de un cine o teatro se tratara, nada de hablar entre los usuarios, nada de contemplar un paisaje a través de la ventana, nada de generar un lugar de relación. Todos alineados mirando esa superficie de leds brillante...
Yo creo que ya ha evolucionado el asunto, con lo que describes por lo menos se miraba algo en común (además de la pelea por el mando, que era un asunto que ponía en contacto a los miembros de la familia jajaja) pero estoy convencido que ahora está cada uno con su trasto en la mano mirando los whasapp (o como se escriba) comentando con sus contertulios en internet lo que ponen en la tele, en vez de hacerlo con los que tienen al lado...
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