Mi padre era Leo (de signo) y al parecer debido a esa circunstancia, le gustaban mucho las novedades electrónicas y tal. Y aunque hay mucha gente que no cree en esas cosas, puedo dar fe, de que en este caso era cierto, porque tuvimos lo primero de todo en el barrio (excepto la TV, que no sé porqué extraña razón, tardó bastante en comprarla). Entre las primeras novedades que recuerdo, fueron los transistores, además tenía amigos embarcados, que se las traian de contrabando y a la quinta parte del precio que tenían en una tienda. Es decir: me crié con el transistor colgado del cuello (prácticamente) y durante muchos años fuí un fiel oyente de toda clase de programas y la razón por la cual me guste tanto la música.
Una característica de la radio de aquellos tiempos, es que cuando se quedaban sin programa por la razón que fuera, no funcionaba la conexión en cadena o algo fallaba, pues lo solucionaban rápidamente: ponían un LP de cualquier orquesta neutra que tuvieran a mano y todo solucionado. En silencio no se podía estar porque el oyente se hubiera despistado y cambiado a la emisora de la competencia. Pues bien: esas orquestas fueron un desafío para mí, porque me gustaba casi toda su música, pero ni sabía como se llamaban las canciones, ni la orquesta ni nada, porque no lo decían.
A lo largo de los años y gracias a internet, he logrado enterarme de todos esos datos (o casi todos). Una de las orquestas-misterio fue la de Werner Müller que fue un director de orquesta de baile alemán. Su carrera artística estuvo ligada a las orquestas de Radio RIAS de Berlín y la radio de Colonia desde finales de los 40 hasta los últimos 70.
Una característica de la radio de aquellos tiempos, es que cuando se quedaban sin programa por la razón que fuera, no funcionaba la conexión en cadena o algo fallaba, pues lo solucionaban rápidamente: ponían un LP de cualquier orquesta neutra que tuvieran a mano y todo solucionado. En silencio no se podía estar porque el oyente se hubiera despistado y cambiado a la emisora de la competencia. Pues bien: esas orquestas fueron un desafío para mí, porque me gustaba casi toda su música, pero ni sabía como se llamaban las canciones, ni la orquesta ni nada, porque no lo decían.
A lo largo de los años y gracias a internet, he logrado enterarme de todos esos datos (o casi todos). Una de las orquestas-misterio fue la de Werner Müller que fue un director de orquesta de baile alemán. Su carrera artística estuvo ligada a las orquestas de Radio RIAS de Berlín y la radio de Colonia desde finales de los 40 hasta los últimos 70.
De este disco, la versión de Bali-Hai (de South Pacific) es simplemente espectacular.
Disco con portada pop
En aquellos años se pusieron de moda las orquestas europeas y tanto Werner MÜller, como Mantovani, Caravelli, Frank Pourcel, Helmut Zacharias, 101 strings o las de otras nacionalidades, como Edmundo Ros o Ray Conniff (y me dejo muchas otras), hicieron infinidad de versiones de temas clásicos, populares, folclórico-étnicos o versiones de bandas sonoras y de grupos famosos, casi todos ellos bajo el paraguas protector de la compañía DECCA y sus filiales , que impulsaron la grabación de inumerables discos LP con sonido estereofónico envolvente.
El gran Edmundo Ros, interpretando lo latino (pasado por USA)
Todo estaba hecho para sorprender al oyente, los violines sonaban por un altavoz y se pasaban al otro (me acuerdo especialmente de Concorde) y la percusión sonaba a gloria pura.
Pues ahora volvemos a Werner Müller porque entre otras, hizo esta curiosa pieza SE RECOMIENDA OIRLA, hecha con el teclado de una máquina de escribir y que se llama así: La máquina de escribir y por supuesto en sonido phase4 stereo.
Pues ahora volvemos a Werner Müller porque entre otras, hizo esta curiosa pieza SE RECOMIENDA OIRLA, hecha con el teclado de una máquina de escribir y que se llama así: La máquina de escribir y por supuesto en sonido phase4 stereo.
Au, cadascú a la seua...
ResponderEliminarPedro Salinas també va fer una poesia a la màquina d´escriure, es diu "Underwood girls", i és així:
Quietas dormidas están,
las treinta redondas blancas.
Entre todas
sostienen el mundo.
Míralas aquí en su sueño,
como nubes,
redondas, blancas y dentro
destinos de trueno y rayo,
destinos de lluvia lenta,
de nieve, de viento, signos.
Despiértalas,
con contactos saltarines
de dedos rápidos, leves,
como músicas antiguas.
Ellas suenan otra música:
fantasías de metal
valses duros, al dictado,
Que se alcen desde siglos
todas iguales, distintas
como las olas del mar
y una gran alma secreta.
que se crean que es la carta,
la fórmula como siempre.
Tú alócate
bien los dedos, y las
raptas y las lanzas,
a las treinta, eternas ninfas
contra el gran mundo vacío,
blanco en blanco.
Por fin a la añoranza pura,
sin palabras sin sentido,
ese, zeda, jota, i...
En mi casa habia un disco de 4 canciones con una orquesta que se llamaba nosecomo y la caballeria ligera ¿¿??. A mi madre le gustaba mucho sobre todo exodo y una del dr zivago.
ResponderEliminarRafa
Molt bonica (res pesimista, jejeje), jo crec que és la que més m'agrada de totes.
ResponderEliminarRafa: ¿puede ser Enoch Light?. Esa orquesta no era demasiado conocida aquí, pero ahora mirando tenía muchos álbumes de percusión "provocativa" y cosas por el estilo. Exodo y Lawrence de Arabia fueron dos piezas indispensables en los repertorios de todas estas orquestas a las que añado Percy Faith, Ferrante & Teicher, Ronnie Aldrich (y sus dos pianos mágicos), Al Caiola y James Last.
Lawrence de Arabia, además era muy tocada por las bandas de las fiestas de moros y crisitanos y muy bien.
aquesta era una de les sintonies de capçalera del programa de gomaspuma a M80, crec que de les notícies nacionals.
ResponderEliminarAh, ara m'entere! ja fa molts anys que no escolte el programa eixe (no sé si encara ho fan).
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