Un aspecto de la vida alicantina que no es suficientemente apreciado ni puesto en valor por la sociedad o por quien corresponda (Ayuntamiento, Conselleria de Cultura...) y naturalmente me refiero a la gran cantidad de murales que nos rodean, fruto de una "moda" que tuvo su punto álgido en los años 60-70, aunque se extienda en el tiempo, en la que no había edificio de lujo que no adornara su zaguán con alguna de estas obras y si hablamos de las instituciones o grandes empresas, pues lo mismo. Adrián Carrillo, Gastón Castelló, Manuel Baeza, Gutiérrez o los Ibáñez entre otros, fueron los artistas que embellecieron todo tipo de portales, fachadas, salones de actos, comercios y desde luego las iglesias. De todos ellos he hablado en este blog a lo largo de sus 8 años de andadura y los podéis ver en el apartado de etiquetas donde pone "murales" pero tenía en mente muchos de los murales de Adrián Carrillo García (1914-1979) en el bolsillo, piezas a las que no había rendido el debido homenaje, fotos de hace muchos años y otras que hice ayer mismo. Piedra natural o artificial, metal, cerámica, hormigón, etc...todo tipo de materiales que sirven para embellecer los tristes paños lisos. La mayoría son privados y no voy a poder decir su ubicación, pero aquí los tenéis para que veáis todo el arte que hay escondido tras unas paredes...
Grandiosa composición en la entrada a un buen edificio.
En este caso, el mural "Familia" ve trastocada su presencia por el añadido de un zócalo de mármol travertino cuando la comunidad de propietarios hizo obras en el portal.
Escultura metálica que sirve de dintel iluminado a la entrada al ascensor.
Autoridad Portuaria.
Sobre fondo de gresite.
Entrada Salón de actos del Colegio de Huérfanos ferroviarios. Gentileza de L.
Grupo y lámparas pertenecientes a la antigua capilla del Instituto Jorge Juan. Con el traslado a las actuales dependencias del grupo, se perdió el fondo que formaba parte del conjunto.
Bañistas (parcial). Al parecer estuvo anteriormente en el desaparecido Hotel Victoria de la Explanada. Ahora decora un zaguán.
Después de estar lustros oculto por un tabique, se descubrió accidentalmente este mural de una famosa cafetería alicantina. Afortunadamente, los propietarios decidieron ponerlo en valor y aquí está este preciosa obra de un tamaño considerable.
"El circo"
Es uno de mis preferidos. Los vecinos se han empeñado en poner grandes plantas delante y no se puede apreciar en su plenitud. Imagen gentileza de Adrián Carrillo Valero.
Magnífica composición. Imagen gentileza de Adrián Carrillo Valero.
Precioso cierre para una serie de escogidos murales de D. Adrián. Su obra es mucho más extensa con infinidad de piezas además de las que figuran aquí y que podéis admirar en Museo Virtual Adrián Carrillo .
Y un tema recurrente en aquellos años y en varios de los murales aquí expuestos es el de la familia, sagrada o no y en eso baso la ambientación musical de esta entrada. La verdad es que la primera canción que se me ocurrió fue "Scandale dans la famille" exitazo en los años 60 sobre todo en los países francófonos, con versiones de Les Surf, Sacha Distel o Dalida y que aquí trajeron Los Tres Sudamericanos con el título "Que familia tan original" pero he preferido poner otra de las hermanas Sledge que en 1979 nos contaban que "We are family"...
A ADRIÁN CARRILLO, ESCULTOR 1
ResponderEliminar■ En el recuerdo de aquellos años, lejanos en el tiempo, pero .no en la intensidad de mi memoria, aparecen en mi mente sentimientos de gran profundidad humana al recordar aquellos tiempos en los que serví de aprendiz de artista, en estos días que después del olvido se le rinde el merecido reconocimiento con una exposición antológica, que recoge y reconoce una de las obras más contun-dentes del panorama escultórico alicantino de todos los tiempos. Cuando penetrabas en el estudio del escultor Adrián Carrillo no podías abstraerte de sentir los cientos de años de historia del arte acumulados por cualquier rincón, imposible no sentir las emociones de quien, a través de duros esfuerzos, conseguían, obtener la belleza y la armonía a partir de la nada, de la tosca piedra, de la áspera madera, del sufrido hormigón, con el conocimiento empapado en la piel, aparecían aquí y allá obras de tiempos pasados, como un doméstico y desordenado museo familiar, estanterías, cajo-nes y armarios llenos de historia de la lucha por recrear, y más aún, transformar la realidad en una imagen, que la representación vivida de las imágenes se puedan sentir con la transformación formal de la materia. Adrián, con su cálida y pausada voz acallaba cualquier comentario banal del estudio atrayéndonos con la razonada expresión de sus opiniones a la realidad, a la extracción de la quinta esencia del silencio, a esa actividad a la que sin descanso pero con pausas, se entregó en cuerpo y mente aún sabiendo de lo ingrato de su trabajo a los ojos de los pudientes y poderosos personajes de la posguerra alicantina, el zumbido de las muflas cociendo, los golpecitos tac, tac, tac al termómetro... está subiendo, el sonido monótono de la mazeta contra el cincel y la piedra, el chirriar de la amoladora... marcaban el tiempo del trabajo, se transportaba uno a la inopia del pensamiento huido, los cientos de golpes y giros de mano para pulverizar los groseros minerales de los esmaltes, tres partes de caolín, dos de sulfato de zinc, cuidado con el cobre que azulea demasiado... dale más... pero si ya está..., y con su socarrona sonrisa de hombre sabio te hacía creer que... sí, que le faltaba todavía más.
En las tertulias, siempre en el bar de al lado, «Estamos en el bar» al aroma del café, se desvelaban secretos inconfesables, se hacía patente la verdad de la situación socio política del país, entraba uno en el mundo de la rienda suelta de la libertad, se estremecía de placer el cuerpo ante esa disposición vital del que ha temido y ya conoce, del que tiene la base suficiente para no imitar, no copiar, para crear. Embebido por el perfumado olor del taller, mezcla de cientos de antiguos aromas, la madera recién cepillada, la húmeda arcilla, el perfume de las arcaicas resinas, la trementina, la colofonia, la sandaraca, el untuoso olor del betún de Judea, la inconseguible almáciga, que te trasladaban, sin poderte resistir, al floreciente pasado de los talleres de los artistas renacentistas y más lejos aún, al mundo clásico y primitivo de la historia clásica, al principio de la cultura. ...
A ADRIÁN CARRILLO, ESCULTOR 2
ResponderEliminar...No soy ya el que a su lado aprendió a sentir la callada voz de la inerte materia, a medir la fina fuerza con la que dar, para como en la 7 y media no pasarte, o me-jor quedarte corto, a comprender los confusos símbolos de la abstracción, la bohemia comprensión de la trascendente labor de vivir, pero cuantos consejos y acertadas apreciaciones me ensañaron a ver cuando mirarnos, a percibir el más adecuado trazo de la estática de lo bello, a vislumbrar la delgada línea' que separa la luz en las mezclas de colores, a captar la expresión de un sentimiento con los mínimos rasgos, a sentir la imagen antes que mirarla, Nos fascinaba su habilidad para conseguir con los adiestrados movimientos prestidigitadores de sus dedos, que la arcilla se transformase, si así se le ocurría, en toda una escena de una fuente italiana del renacimiento con sus dioses, arcángeles y leones alados... era tal su capacidad, que después del encantamiento quedaba la sensación de la verdad, que lo podría hacer si se la encargasen, uno sentía que la tradición de cientos de años de preocupación por sacar la belleza de la más ruda piedra berroqueña se transmitía en esos pequeños movimientos de sus manos que singularmente era capaz de obtener la expresión adecuada con los más mínimos detalles realistas. La obviedad de mi camino se me representaba en cada una de sus miradas, y su preocupación por mis estudios de medicina mi máximo acicate, aprendí tanto y sobre todo a trabajar con la conciencia de la obra bien hecha sin esperar recompensa, “si tienen que venir... vendrán por añadidura”, decía, le debo muchas cosas... le debemos tanto a tantos, diría él, les debemos los alicantinos a estos escultores no esa fugaz mirada en el tiempo en tan corto espacio, sino un lugar y presencia continua en nuestras vidas, un museo de escultura alicantina, que con los fondos de los Bañuls, Carrillo, Gutiérrez y otros, en uno de los ya pocos edificios emblemáticos de la ciudad, que den perenne imagen y muestra de sus esfuerzos y desvelos por el arte en nuestras vidas. Por ello lucharemos en su memoria y nuestro beneficio.
Juan Antonio Sala Pascual
Diario INFORMACION a 13 diciembre del año 2000
Muchísimas gracias por esta aportación tan sentida y complemente ideal al artículo. Un abrazo.
EliminarEn el panteón de mis padres existe un Sagrado Corazón del maestro.Un saludo,Paco Huesca
ResponderEliminarAaah, pues cuanto me gustaría verlo! puedes mandar foto? gracias.
EliminarMUSEO VIRTUAL DE ADRIAN CARRILLO GARCÍA
ResponderEliminarhttp://adriancarrillo.com/autor/1
Gracias! pero bueno, ya estaba este enlace en el artículo, después de la última foto :)
EliminarVIDEO
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=V1ZIJQx3pxs
En cambio, el vídeo no lo conocía. Muy amable!!
EliminarLlevo varios años siguiendo su blog (llegué a él buscando edificios singulares, y ya me quedé). Me ha emocionado ver este artículo porque en el edificio donde vivo hay un mural de Carrillo (es el de fondo de gresite rojo con tres figuras). Me pasé gran parte de mi infancia tocando las figuras, pasando los dedos por las teselas y pensando que era una suerte tener algo así en mi casa... Muchas gracias por el esfuerzo que se toma al escribir y por descubrirnos un Alicante que a veces pasa desapercibido.
ResponderEliminarPues sí, una gran suerte disponer de una obra de arte en casa propia. A mí me pasaba al contrario: sabía que existía pero así como el de la otra entrada al edificio es visible desde la calle, éste está más escondido y el día de la foto fue la primera y única vez que lo he visto. De hecho hay personas entendidas en el asunto, que lo acaban de ver por primera vez. Pues muchas gracias por la visita y el comentario, me alegra mucho que te guste el blog y en especial esta entrada. Saludos.
EliminarEfectivamente es difícil verlo porque está en un retranqueo y desde la puerta queda medio oculto por una columna. De hecho aún pasando por delante de él todos los días es bastante fácil pasarlo por alto ya que al salir del ascensor (o bajar las escaleras) la vista tiende a ir hacia el lado contrario... Así que a veces es como si lo descubrieras de nuevo.
EliminarCurioso que no sepa yo nada de nada de Carrillo. Hoy me he empapado bien, gracias amigo EKK. Cuando me pasa lo de hoy, ahora, solo se me ocurre eso de ... "solo sé que no sé nada"
ResponderEliminarEl We Are Family ... genial, me ha llevado a mis años más ++++++++++++++, cuando ya era un viejo con "pintas" (30 años).
Feliz noche y, como siempre, gracias por esa otra y nueva lección de nuestra historia.
Y eso que has vivido muy cerca de varios de estos murales. Pero como están discretamente escondidos, pues claro...Muchas gracias a ti pro tu visita y tu comentario, sabes que son muy apreciados ambos.
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