Os recuerdo que no se trata de una visita religiosa, sino una simple mirada a un lugar y un espacio que tiene características especiales en cuanto a su tipología de edificación. Y en este caso, estamos en la parroquia de San José...de Carolinas, porque no es la única parroquia dedicada al Santo carpintero en nuestra ciudad, ya que en el Palamó hay otra (monumental y muy bonita) y que también está dedicada a él .
Pero vamos con Carolinas y es que este querido barrio estaba ya muy poblado en la posguerra y tenía muy lejos una iglesia a la que acudir, porque debían de desplazarse hasta La Misericordia, así que en 1944 se creó la Junta pro construcción del tempo, para recaudar fondos a fin de levantarlo.
El solar fue donado por un vecino y situado en la C/Monforte del Cid 18, pero era de un tamaño insuficiente, así que hubo que comprar los colindantes para ampliarlo.
La primera piedra se puso el día 3 de Mayo de 1944 con gran concurrencia de vecinos y autoridades. Las obras empezaron el 30 de octubre del mismo año y acabaron dos años después. El edificio, destacaba por su altura sobre el resto de las viviendas que entonces eran de planta baja. El presupuesto total fue de 548.490 pts y se inauguró el 17 de marzo de 1946.
En cuanto a la arquitectura en sí que diseñó el gran arquitecto ilicitano Antonio Serrano Peral, viendo las imágenes queda todo dicho: rasgos barrocos y clasicistas como retorno a lenguajes anteriores, propiciado por los "gustos oficiales"que imperaban entonces. En 1985 se llevaron a cabo grandes reformas de decoración interior dejándolo con el aspecto que tiene actualmente.
Fachada e interior del edificio.
Fachada definitiva. Archivo Municipal de Alicante.
Puerta de entrada definitiva. Hubo prevista otra mucho más barroca,pero por cuestión de presupuesto tuvo que desecharse. AMA.
Plano de planta. AMA.
Interior de la nave. AMA.
Sección longitudinal. AMA.
San José retractilado para proteger la escultura.
Hace muy pocos días se terminó la rehabilitación de la fachada.
Ficha de catálogo del PGOU recientemente derogado.
Inmaculada Concepción. Segunda mitad siglo XX, de autor desconocido.
Glorificación de la Virgen del Carmen. José Luis Vicens,1954.
Altar mayor.
Todos los datos, fechas, autores del proyecto y de la escultura y pintura, han sido extraídos del libro "La iglesia de San José de Carolinas Altas. Arquitectura, arte y devoción en Alicante" de los autores: Vicente García Blay, Cristina Clares Gómez y Alejando Cañestro Donoso.
Y hablando de San José, nos vamos a esta localidad californiana donde Dionne Warwick nos canta los avatares de un lugareño que regresa a su ciudad. Mítica canción de Hal David y Burt Bacharach.
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Junto a esta dulce y sencilla, comparada con otras, iglesia, hubo siempre un colegio. Durante la ocupación fascista italiana se estableció en ella una parte de los invasores italianos a las ordenes del asesino Franco. Los niños de barrio recogían en cubos de cinc una cosa que se llamaba espaguetis. Los llevaban a sus casas y tras limpiar los cubos, los llenaban de agua en una fuente del patio de las escuelas adjuntas a la iglesia y la trasportaban hasta el próximo Campo de los Almendros. Allí miles de hambrientos y sedientos españoles recibían el agua y sobrevivian un día más. Contado por un vecino de la iglesia llamado Pepe Palomino. Pasaron los años y en las mismas escuelas un grupo de alicantinos y tres sacerdotes con mucho corazón organizaron escuelas para adultos. Después de trabajar todo el día estos ciudadanos se dirigían a las escuelas o a un rincón de la sacristía y daban clase de alfabetización, de mecánica, de albañilería, etc a jóvenes manchegos, andaluces, etc que llegaban buscando una vida mejor en esta hermosa ciudad. Los maestros eran, como mi padre, ingenieros represaliados o maestros que no podían ejercer por haber luchado por la democracia. Muchos de esos alumnos fueron amigos de mi padre y todos los años, el día de San José tras la misa y la humilde y entrañable procesión compartían vino y gaseosa con cacahuetes. Poco a poco los tres sacerdotes se marcharon o fallecieron. Los maestros también. El fruto de los trabajos de aquellos emigrantes forma parte de nuestra vida. Un ejemplo de amor al prójimo y buen hacer en un marco, para mi, muy querido. Gracias, Paco, por estas fotos y los maravillosos recuerdos que me ha traído el verlas.
ResponderEliminarEusebiet de Carolinas.
Amigo Paco, no es lugar para hacer mucha historia ya desparecida este tu blog. Pero......cuanto hecho de menos los cines, las casa bajas, el entorno del barrio. Mi familia poseyó un pequeña parcela en el Fondo de Roenes y el camino para llegar hasta allí partía de la plaza de Pio XII. El Pla y Carolinas eran el extraradio de la ciudad y al igual que en San Blas, era normal decir lo de "me bajo a Alicante". El estudio de mi amigo Pepe estaba pegado al solar que hoy ocupa la Iglesia de San José y antes que estudio artístico, fue su casa. La fuente que cito en el anterior comentario fue durante mucho tiempo la única en la zona. El agua comenzó allegar con la Republica, al igual que los colegios y las aceras. ¿Existe algún libro donde se puedan ver fotos y datos de este barrio?. Así como de su progreso en los años cincuenta y sesenta. Un abrazo.
ResponderEliminarEusebiet.
No te puedes ni imaginar lo que me gustan tus comentarios (y a otros lectores del blog también, ya te lo han dicho más de una vez) osea que es lugar para comentar y enriquecer todo lo que quieras. Sí,existe un pequeño libro de fotografías que creo que se llama "Historia gráfica de Carolinas"con fotos de los años 40-60. No creo que esté a la venta,pero seguro que en la biblioteca del barrio si que estará. En la calle Giner de los Ríos esquina Primavera. Si no lo tuvieran,pregunta en la asociación de vecinos que está pared con pared. Pregunta por Vicente (es uno de los autores del libro que menciono arriba).
EliminarNo es este lugar, quizás, para retroceder en la historia de este barrio. Pero tengo desde hace mucho curiosidad por saber del desarrollo de este. Junto al solar que ocupó la iglesia estaba la casa del artista de la madera Pepe Palomino. Después ha sido su estudio de trabajo. De allí han salido los trabajos que hay en el Piripi, el escudo que preside el pleno del Ayuntamiento, el del colegio Médico, la capilla principal de San Nicolas, los más hermosos pasos de Semana Santa, etc. Anteriomente y en le época previa a la construcción de la iglesia ya había allí, como he dicho, la única fuente de la zona. Desconozco en que momento llegó el agua al barrio, creo que ocurrió cuando se construyeron las escuelas de la zona durante el periodo 32-34. Me interesa saber como se fue organizando el barrio tal como es hoy. ¿EXiste algún libro sobre esto?. Gracias.
ResponderEliminarEusebiet.
Pensé que se había perdido el segundo comentario, perdona por la reiteración de preguntas.
ResponderEliminarEusebio Pérez Oca
Ahí es donde se erigen las mejores y mayores obras de este planeta, Alacantí ... en las IOglesias y yo ... fíjate, nunca construí ninguna.
ResponderEliminarEl poder omnimodo de las iglesias ha llevado durante muchos años años al acaparamiento de la cultura.....y de la contracultura. Pero como en todas partes hay de todo, como cito más arriba, también se pueden citar grandes hechos por parte de esta gente. En los momentos más oscuros de la civilización, tras la caída de Roma, fueron los conventos donde se almacenó el saber. Los fanatismos de la iglesia de Roma y de los que se oponían a ella, los de los fanaticos del islam y los opuestos, etc siempre han causado estragos en el sabe humano. Pero tras un supuesto mensaje de paz siempre hay quien va de buena fe. Yo adoro el visitar las iglesias de todos los lugares por donde paso y no solo iglesias, también mezquitas, sinagogas, gompas, etc. Estoy de acuerdo contigo. Las mejores obras de este Planeta. Ahora pienso en mi adorado Katmandúh. Una "iglesia" al aire libre. Un gran monumento religioso y de convivencia, budistas e induistas, que ahora está por los suelos. Espero que se recupere los mejor posible. Mientras tanto cuidemos nuestros tesoros. Que también los tenemos. Un fuerte abrazo.
EliminarEusebiet.
Pues sí Enrique, supongo que será lo único que te ha faltado por levantar. Una pena, hubiera completado tu palmarés.
EliminarEusebiet. esperemos que con la ayuda internacional (ellos son muy pobres, ya lo sabemos) pueda volver a levantarse las maravillas destruidas por la naturaleza. Un abrazo.
EliminarDada la temática, amén al artículo y benditos comentarios de Eusebio. Me ha encantado el de los maestros de corazón, un educador que no puede educar es como un libro con cerradura que no se puede abrir. Saludos.
ResponderEliminarAsí ha quedado el artículo: bendecido con vuestros comentarios y aportaciones. Muchas gracias y saludos.
EliminarCuando Fran habla de "maestros de corazón" yo pienso en Paco Paco. Con una historia profesional digna podría darse por satisfecho. Pero siempre hay quien va más lejos. Paco es de esos. ¡¡Cuanto se aprende de esta Ciudad con sus artículos!!.
ResponderEliminarEusebiet.
Alli hice yo la Comunión, que recuerdos. Me encanta toda la información e ilustración de mi antiguo barrio. Yo viví a partir del año 56 en la calle Monteros Rios pero no conservo ninguna foto y me encantaría tener alguna para ponerla en un album que estoy preparando para el 60 cumpleaños de mi hermano. Viviamos en el último tramo de calle antes de llegar a la Bola de Oro
ResponderEliminarMe alegra haber traido buenos recuerdos para ti. Saludos de otro carolinaire :)
EliminarVaya, alrededor de esta iglesia y del barrio de Carolinas Altas, se ha desarrollado toda mi infancia, pubertad, adolescencia y hasta la madurez. No solo mía, sino de toda mi familia,
ResponderEliminarTonico el cañicer (mi abuelo materno), Coheter Machor de la foguera de la bola de Oro de cuando las bandas de música contratadas tenían la categoría de ser las del Arsenal de Cartagena y los músicos pernoctaban en las casas de los foguerers y allegados. Propietario de la fábrica de escobas y cañizos del barrio, que hasta bien entrados los años setenta regentaba uno de sus hijos (mi tío).
Tantos años en el entorno del colegio del mismo nombre pegado a ella, desde parvulitos hasta la consecución del título de Bachiller Superior. Que recuerdos, buenos y malos, de satisfacción y de frustración.
Desde aquí quisiera rendir un muy cálido homenaje a todos los maestros y profesores, que a lo largo de tan nutrida historia, han procurado con sus esfuerzos, sacar a la chiquillería de un barrio muy humilde adelante, de ellos y con especial cariño, a D. Miguel, que a pesar de darte con la regla en las yemas de los dedos o levantarte del pupitre tirándote de la patilla, cuando no te sabías la lección, fue la primera persona que me introdujo en la lectura, aún lo recuerdo como si fuera ayer, “”el Chanchellor”” de Julio Verne. Un libro que por su aspecto, forrado con papel de estraza y con el color amarillento de las hojas, pero sin un solo atisbo de abandono, sugería un uso prolongado e intensivo y por lo tanto, rodeado de un halo de misterio, por descubrir la historia que, tantas veces había interesado a su dueño en su lectura.
Todavía ocupa un lugar destacado entre mis libros y he procurado, mantenerlo tal cual me fue entregado.
Todos los eventos familiares de cierta importancia, han ocurrido en el interior de esta iglesia, allí se casaron mis padres, oficiando la ceremonia el entonces titular de la misma D. Alejo, allí fuimos bautizados y tomado la primera comunión, hermanos primos etc. Allí nos hemos casado mis hermanos y yo, porque siempre hemos sido vecinos del barrio y con vecinos nos hemos relacionado.
Allí también y en el colegio, tengo que decir que he conocido, al único cura que a pesar no estar de acuerdo con él, tiene todo mi respeto como cura, educador y como persona. D. Elias Juan. Y fue para mí un honor recibir de él, mi primera comunión, que oficiara mi boda y el bautizo de mi hijo, no por creencia religiosa por mí parte, si no por respeto a su persona y sus creencias.
Por cierto EUTESABIO, jejejejejejejeje, con todo el respeto del mundo reconozco que durante la guerra las barbaridades cometidas fueron muchas, pero después de todo, la iglesia, o mejor dicho el colegio que llevó aparejada su construcción, en el balance general y según mi modesta opinión, han generado un resultado muy positivo, en un barrio con unos niveles de cultura y pobreza, que de otra manera, hubieran sido pasados por alto por los mandatarios de la época.
Fíjate que yo hasta llegué a ser bancario con poderes y del mismo sindicato como tú. Y desde aquí te mando un afectuoso saludo para ti, la turronera y los churumbeles.
Es cierto, en aquellos tiempos la buena voluntad de algunas personas llevo a hacer florecer un entorno que podía haber sido gris. El alrededor de la Iglesia de San José, las Carolinas, era como un pueblo en sí. Habia de todo, con modestia. Habia orgullo de ser de Carolinas. Yo "subía" al barrio en busca de mis amigos, los mejores durante mucho tiempo. Aprendí una canción injusta, casi un himno: "Somo los de Carolinas la gente más fina que el Mundo parió. Lo mismo robamos gallinas que un saco harina que un kilo de arros". Lo cantábamos en formación, como desfilando. Después viví allí durante varios años. Muy buenos recuerdos. Gracias por los recuerdos. Un abrazo.
ResponderEliminarEusebiet el Carolino.
Bueno, lo de la canción es algo simpático, no creo que nadie se lo tomara al pie de la letra. Es verdad que todo barrio tenía su panadería, su bodegueta y (algo dificil de entender hoy) su carbonería, pero para todo lo demás tenías que ir al cantro.
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