LAS CASITAS DE LAS PALOMAS (CON "TERRAZA" Y TODO).

Las preciosas y simpáticas palomas siempre han sido del gusto de los niños y de muchos adultos que disfrutan dándoles de comer. Yo mismo compraba un paquete de grano negro en un kiosco de la plaza de Gabriel Miró y le daba de comer con gran alegría por mi parte (y supongo que por la suya) a esos blancos ejemplares (en otros sitios predominaban las grises). Pero no sé en qué momento además de no hacer gracia, empezaron a ser consideradas ratas voladoras, animales que transmitían una gran cantidad de enfermedades, estropeaban la piedra con sus ácidas deposiciones y en general guarreteaban todo lugar por el que pasaban, una cuestión de salud pública y a imponer fuertes multas que en la ciudad de Alicante van desde 30 a 600 euros a quien les diera de comer.

Pero no siempre fue así, porque el 20 de septiembre de 1949 y debido a la orden del alcalde, el arquitecto municipal Miguel López cursaba un escrito relativo a la conveniencia de aumentar el atractivo de nuestros jardines con el establecimiento de palomares y empezó haciendo un croquis para construirlo de obra de fábrica, para ubicarlo en el Parque de Canalejas, pero que al final se desaconsejó por su coste económico y por la pesadez de su construcción sugiriendo en cambio, la construcción de un pequeño palomar de madera, excepto unas pequeñas placas de cinc que revestirían el suelo de los nidales para su mejor limpieza. Y en efecto, se puso en marcha la maquinaria administrativa pero...otro escrito con fecha de siete meses más tarde, argumentaba que a pesar de los acuerdos y de haberse entregado la madera necesaria, no se había hecho nada y urgía a tomar las medidas a que hubiera lugar. Y al final se hizo.

Palomar en la Pza de Gabriel Miró datado en 1955. Al fondo la torre del Casino bajo la cual estaba la entrada a la Sala de Fiestas Albany. Foto cortesía de Francisco Rodríguez Valderrama.

Primer esbozo para la construcción de un palomar en el Parque de Canalejas, dibujado por el Arquitecto Municipal Miguel López. Se preveía de obra de fábrica, revestido de azulejos de color verde, cubierta de tejas y con una pequeña balsa para bebedero en su base. Al final se descartó por caro y por impactar visualmente (seguramente más por lo primero).

Planos propiedad del Archivo Municipal de Alicante, a cuyo personal agradezco su gentileza.

Cada palomar tenía cabida para 18 parejas. Dieciocho "apartamentos" con terraza incluída.

Y no acaba la cosa ahí, porque en 1955 y siendo Arquitecto Municipal Francisco Muñoz Llorens, se pensó que dado el aumento de la población de palomas, eran necesarios más habitáculos: un segundo en el Parque de Canalejas frente a la Estación de Servicio Sandoval (cruce con Alemania) y otro en cada una de las plazas de Gabriel Miró y Calvo Sotelo, con un presupuesto aproximado de 1.280 pts cada uno y que se encargaron al carpintero D. Conrado Moya Martínez con taller en la C/Jaime Segarra de nuestra ciudad. Curiosamente, los postes del fuste, se compraron a la Compañía de Riegos de Levante que era la que nos suministraba la electricidad. Después se llamaría Hidroeléctrica Española y desde su fusión con Iberduero, Iberdrola.

Plaza de Gabriel Miró (ya sin palomares desde hace muchos años). El punto de vista semejante al de la foto que encabeza el artículo.

Palomar en el Parque de Canalejas en 1957. Mis agradecimientos a Mº del Carmen Herencia y a Carles Vela.

Punto de vista semejante en la actualidad.

Mi agradecimiento por su interés a Araceli Martínez Pineda.

Canciones que hablen de palomas las hay a montones, todas ellas bastante románticas, pero mira por donde lo que voy a elegir no habla de las aves, sino de las palomitas de maíz, que en inglés se dice Pop Corn y lo hago con la cancioneta del mismo título, compuesta por Gershon Kingsley que fue la primera que se interpretó con un sintetizador Moog, pero en la versión de 1972 que lanzó Hot Butter, un exitazo mundial.