Como si estuvieran soldados íntimamente al pavimento, demostrando su coalescencia con aquél...así suelen estar los chicles en nuestras calles. Los marranos usuarios de las "pastillas masticables aromatizadas, que no se tragan, de textura semejante a la goma" (definición de la R.A.E.), no tienen bastante con mover su mandíbula una y otra vez, para después cuando ya se han cansado de hacerlo, ejercitar la vagancia de buscar una papelera y se dedican a tirarlo al suelo. El problema es que se adhieren al él y luego a su vez es pisoteado por los siguientes transeúntes, que si tienen suerte de no llevárselo pegado a la suela de los zapatos, contribuyen a aplastarlo y hacer que la fusión con la baldosa sea aún más completa. Es un problema que no es reciente, tiene muchos años y por lo tanto cuando Inusa ganó el concurso para mantener limpia la ciudad de Alicante, ya sabía que existía. No conozco los pormenores del contrato, pero sí me han dicho que la eliminación de los pegotes va incluido en él. Pero yo no veo que desaparezcan, sino que crecen año tras año...
Veo que se barre a mano, a máquina, que se baldea con manguera, con dispositivos especiales (que al parecer incluyen jabón), pero máquinas adecuadas anti-chicles, no he visto. Son máquinas que usan diversos métodos, desde chorros de vapor a 160ºC y detergentes y disolventes especiales, hasta la congelación del pegote para eliminarlo fácilmente y no solo máquinas, el simple rascado manual por operarios con largas espátulas al efecto también sirve.
Pero está claro que en Alicante eso no se hace, o por lo menos no en todas las zonas, desde el centro hasta el último barrio. La prueba está en las dos imágenes anteriores. La primera del mes de abril de este año, la segunda del mismo trozo de acera de Maisonnave, pero de 3 meses después. Los chicles que había entonces siguen ahí e incluso tienen nuevos "compañeros".
En otras ciudades si que existen brigadas esepciales para esta función. Aquí tenemos el ejemplo murciano.
Y para amenizar el cabreante asunto, no creo que haya una música más adecuada que la que se dió en llamar en los años 60 "Bubblegum music", es decir: "música chicle", canciones fáciles, pegadizas y machaconas que tuvieron gran éxito en todo el mundo. Y hoy os pongo dos, la primera es "Chewy chewy" del frupo Ohio expres. La segunda la canta el grupo 1910 fruitgum co. y se llama "Simon says". Espero que os gusten (aunque hoy resultan un poco aburridas).
Esos "atrapachicles" murcianos quizás tomaron una franquicia holandesa que se promocionaba hace unos años, con unas máquinas adaptadas (mezcla vaporetta, mezcla detergentes espoeciales...) dedicada a quitar los chicles de la acera.
ResponderEliminarLas manchitas de color alquitranoso pululan por toda la ciudad. Quizás habría que sumar campaña de sensibilización y más papeleras en las zonas más transitadas.
Habrá que hacerle caso a Daniel, educar y prevenir es siempre una buena medida, pero exigir el cumplimiento de los contratos me parece elemental y eso, me parece, que es el caso, EKK. Es preocupante la lenidad del funcionariado a la hora de controlar el trabajo de las contratas municipales pues no creo que haya que recurrir a denunciar a la clase política, tan solo, para criticar la falta de celo que permite que se reproduzca esta plaga chicletera sin recato alguno.
ResponderEliminarDaniel K: nadie duda de que la educación es necesaria (y escasa), pero como dice Enrique, el cumplimiento de los contratos a veces es muy deficiente. Y bueno: algo falla, ¿Los funcionarios? ¿Los jefes de éstos? ¿Los jefes de los jefes (es decir: los políticos)?. El caso es que se tiene que educar, limpiar más y quizás sancionar a los más rebeldes.
ResponderEliminarDe viaje por los madriles, recordaba este artículo y me puse a mirar cómo estaba el tema chiclero en una calle tan transitada como el Paseo de Delicias. Nada que ver. Había "manchones oscuros" pero hasta se podían contar mientras caminabas.
ResponderEliminarEso sí, por el contrario, toneladas de afiches y posters convocando a cientos de actividades entre culturales y políticas.
Cada ciudad con lo suyo.
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Coincido en lo del cumplimiento del contrato pero en un Ayuntamiento tan opaco como el alicantino, que cada vez que le han pedido datos contractuales esquiva el bulto, menos hará por reclamar. (En otras palabras, a saber si el contrato dice que DEBE limpiarse la acera de chicles o BASTA con pasar la vaporeta una vez por semana y lo que va saliendo, va saliendo... ¿Cuál es el objetivo contractual?)
Pues sí y también tienen bastante más pintadas (sobre todo en el casco antiguo). Coincido totalmente contigo en lo de los contratos. Aunque imagino que deben ser bastante ininteligibles, pero lo que no es lógico, es que los tengan escondidos.
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