A mediados de los 50 del pasado siglo, nuestra ciudad ya iba siendo muy visitada y por eso nuestro Ayuntamiento construyó unos pabellones de baño en la playa de El Postiguet (bueno, en la Albufereta también, pero no tan grandes) que tenían su utilidad en esos años donde estaba prohibido ir en bañador o con vestidos "demasiados ligeros" por la calle. Así que uno salía de su casa vestido "decentemente" llegaba al pabellón correspondiente (lo había para hombres, mujeres y familiares) se cambiaba, se ponía el "Mayba" y dejaba la ropa en una taquilla o cabina y después de rebozarse por la arena y bañarse, el camino inverso: ducha y otra vez elegante para volver a casa. Esa era la teoría, pero yo creo que salvo la gente que viniera de lejos a pasar el día, pocos alicantinos lo usaban a diario. Te ibas lleno de arena y ya te duchabas en tu casa.
Y en el pabellón central estaba el bar-restaurante con sus apetitosas comidas y tapas que olían a gloria y esas gaseosas heladas tan deseadas después de quemarte al sol mediterráneo. Y este bar estaba decorado con cinco pinturas de Manuel Baeza por el que el Ayuntamiento le pagó en 1956 la nada desdeñable cantidad de 25.000 pts y allí estuvieron llenándose de grasa hasta que derribaron esos pabellones para construir otros. Ignoro si los paneles se volvieron a poner en el nuevo bar, pero mucho lo dudo porque ya no era un restaurante amplio, sino más bien un kiosco grande. El caso es que esos paneles, se desmontaron y estuvieron olvidados varias décadas hasta que se encontraron en la sala de máquinas de la C/Portugal, cuando éstas se rehabilitaron y fueron guardadas hasta que la Concejalía de Cultura y Patrimonio, llegó a un acuerdo con el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración para su recuperación. Y en ello están.
Según el artículo aparecido en el Diario Información en noviembre pasado: "La técnico municipal Luisa Biosca incide en el deterioro de los paneles: «Estaban llenos de grasa, el soporte estaba muy desecho y las esquinas presentaban un estado lamentable».
Los murales, de grandes dimensiones, alrededor de dos metros de largo por 2,5 de ancho, viajaron a finales de verano a Valencia y los trabajos de restauración en el Instituto se alargarán por espacio de un año. El concejal de Cultura, Daniel Simón, explicó que es «muy positiva» esta colaboración con el Consell, a la que no estábamos acostumbrados y que favorece que el patrimonio de la ciudad se pueda recuperar"
Momento en que se procede al desembalaje de los paneles.
El terrible estado de conservación, después de décadas almacenados y olvidados.
Pabellones de baño de Miguel López que estuvieron en servicio hasta el año 1969 (aprox) en que fueron sustituidos por los 3 edificios en blanco y azul y elevados sobre una planta diáfana.
Toda la burocracia necesaria para efectuar el abono de las 25.000 pts por las "cinco pinturas sobre tabla": el arquitecto municipal Miguel López, la Comisión de Fomento (Francisco Muñoz Llorens) el interventor y el secretario José García Sellés y hasta el alcalde Agatángelo Soler llorca, tuvieron que firmar para que Manuel Baeza cobrara. Archivo Municipal de Alicante.
Y ahora os presento unas capturas de un pequeño vídeo que la "Subdirección General del Institut Valencià de Conservació i Restauració" tiene en su perfil de Facebook, de donde proceden también las fotos de los paneles. Limpieza concienzuda con gel y como se puede observar, la suciedad y la grasa "amarronan" las pinturas.
La playa abarrotada y el restaurante Postiguet con sus toldos cobijando una multitud de mesas. A ambos lados de la entrada unas escaleras conducían a la terraza que también se usaba como pista de baile por la noche. E incluso tuvo un tablao flamenco (El Tronío, arsaa) entre farolillos de mimbres.
Y además de los turistas que empezaban a venir, la invasión musical melódica provenía de Francia y sobre todo de Italia y en ese año, en 1956, se cantaba el "Guarda che luna" exitazo de Marino Marine aunque seguro que en castellano la cantaron muchos, muchos...
Por último recordar que en ese restaurante, había también un "ASOMBROSO SCOPITONE"
Mis agradecimientos a L. a J.A. Sala Pascual y al AMA por sus aportaciones.