domingo, 27 de septiembre de 2009

Los anuncios nos persiguen (2)

Mucho vicio es lo que hay en este post. Bueno, voy a rectificar y a intentar no parecer tan retrógrado: digamos que mucho vicio podría haber en este post, porque se trata de una serie de anuncios de bebidas alcohólicas de muy diversa graduación y como en todo, es conveniente ser prudente, dosificarse y no pasarse en la cantidad. Es decir, como ahora se dice en casi todos los anuncios (ignoro si por ley): hay que hacer un consumo responsable.
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Hoy en vez de una hay dos canciones relacionadas. La primera es la banda sonora original de la película Dias de vino y Rosas, magistral producción interpretada por Jack Lemmon y Lee Remick y dirigida por Blake Edwards en 1962. La película es un drama que narra la vida de un matrimonio y su caída en el alcoholismo y sus esfuerzos por intentar salir de ese pozo en el que se han visto abocados. Obtuvo varios Oscars y entre ellos a la canción del mismo título que la película, compuesta por otro grande entre los grandes: Henry Mancini, que casualmente el año anterior también había obtenido el premio a la mejor banda sonora por Desayuno con diamantes y su Moon River.
Pero vamos a quitar  fuego al asunto con la segunda de las canciones, que es ni más ni menos que La banda borracha, en la versión del encorbatado Luis Aguilé, artista argentino que tuvo sus mayores éxitos en España en la década de los 60-70:

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Anterior artículo: Los anuncios nos persiguen (1)

2 comentarios:

  1. Voy el domingo a ver la versión del Dias de Vino y Rosas de Carmelo Gomez. Regalo para mi Doña, que aún no lo sabe. A ver si no defrauda...

    El anuncio de anis del mono es precioso.

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  2. Seguro que os gusta, eso sí: llevaos los pañuelitos porque por lo menos la peli es un drama. Ya sabes que las botellas de anís, además de para bebérselas, tenían otra utilidad como instrumento musical, ya que solían ser las de casi todas las marcas igual que estas, impresas y por lo tanto con una cuchara o algo, podías dar el follón a base de bién (sobre todo después de una copita o dos, jejeje).

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