jueves, 6 de agosto de 2009

El ficus de Benalúa

Afortunadamente parece que todo se resolvió. Costó y mucho que el Ayuntamiento dejara de pensar en talar el famoso y precioso ficus de Benalúa, elemento vegetal monumental sito en un solar destinado a dotaciones y en el que nuestro "querido y eficiente" anterior alcalde Díaz Alperi, quería ubicar además del centro de salud, unas viviendas intergeneracionales (como las de la Plaza de América) y sobre todo, un aparcamiento subterráneo, con lo cual no había más remedio o que talar el árbol (primera solución), o según propuesta posterior, trasladarlo a la replaceta de Benalúa (Navarro Rodrigo). Aunque pudiera parecer que la segunda era razonable, el traslado hubiera supuesto la muerte segura del ejemplar dada la gran magnitud de su sistema radicular, además de una tarea casi imposible, por la estrechez de las calles y la presencia de numerosos obstáculos como decenas de farolas, luminosos, balcones, toldos, voladizos, etc...que aún podando casi hasta extremos inverosímiles la copa de este querido gigante no hubiera podido caber. La lucha ciudadana y de algún particular (como yo, que presumo de ser uno de los primeros en hablar del tema, mucho antes que la asociación de vecinos). Gracias a un comentario en la entonces Página de la Concejalía de Modernización del Ayuntamiento, que tenía un foro abierto a los ciudadanos, me enteré del asunto.
Todo esto viene, porque casualmente y buscando otra cosa, he encontrado este recorte en el 20 minutos, en noviembre de 2006:
En fin: el caso es que actualmente está en proceso de licitación el Centro de Salud, respetando el árbol claro. Las viviendas intergeneracionales serán ubicadas en un solar de Benalúa Sur y el aparcamiento ya lo construyó nuestro ubícuo y todopoderoso Enrique Ortiz, también allí...en Catedrático Soler.

2 comentarios:

  1. El ficus fue, junto con el Colegio Público de Benalúa, uno de los primeros artículos "de crítica" que hicimos tanto en Alicante Vivo como en Barrio de Benalúa.
    Y gracias a ellos, conocimos a Ernes.
    ¡Larga vida al Ficus!

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  2. Pues entonces hubo un doble buen resultado: la reivindicación en sí y el comienzo de la amistad en Ernes.

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